Título original: Acciaio
Autora: Silvia Avallone
Serie: Libro independiente
Editorial: Punto de lectura
Páginas: 368
Sinopsis:
Una novela que enseña a los jóvenes el valor del sexo y la amistad, y a los adultos, quiénes son verdaderamente sus hijos.
El Mediterráneo, la luz, la isla de Elba al fondo… Y sin embargo, en la ciudad industrial de Piombino tener catorce años no es fácil. Si tu padre se parte la espalda en las acererías que proporcionan pan y desesperación a media ciudad, lo máximo que puedes desear es una tarde en la playa, o tener un hermano que sea el jefe de la pandilla. Lo saben bien las inseparables Anna y Francesca.
Cuando el cuerpo empieza a cambiar no hay alternativa: o te escondes y te quedas fuera, o usas con violencia tu belleza y confías en que te ayude a ser alguien. Ellas lo intentan, convencidas de que para sobrevivir basta con luchar. Pero la vida es feroz. Y cuando llega el amor, las pocas certezas se pierden, y hasta la amistad duele.
Antes de nada dar las gracias a Punto de lectura por su colaboración en esta reseña con el ejemplar entregado.
Para empezar, la historia es muy cruda, mucho . No es cruel tipo asesinatos de 'te arranco los sesos' , es mucho peor, es la vida misma. Podrías decirme que desvarió haciendo tal comparación pero al terminar esta novela, estoy segura de lo que digo.
En su alfabeto, aquello era algo muy hermoso. La imagen de su madre con el rostro en el hueco que quedaba entre el cuello y el hombro de su hermano, era tal vez la más hermosa. Algo por lo que merecía la pena, en la vida, no hacer trampas.
La novela en sí me llamó mucho la atención así que la pedí y cuando la empece a leer no me gusto mucho, me parecía muy dura como ya he dicho. Pero pasaron las páginas.
Fue increíble el paso de no gustarme a haber terminado con ganas de más, es una historia increíble que aunque no me haya gustado la manera en la que está narrada, la trama no tiene desperdicio.
Esta historia trata sobre dos amigas, Francesca y Anna, llevan juntas desde que tienen memoria y bueno al tener trece años casi catorce el mundo se está abriendo a sus pies y ellas lo toman de la manera que piensan que es la correcta y que muchas chicas también lo pensaran en la vida real.
Tratan de que las miren al pasar, mientras van a la playa, jugando...da igual donde, pero provocan y las gusta, ese juego las emociona aunque nunca hayan ido mas allá de eso, el juego. Son las divas, preciosas por fuera tanto cara como cuerpo.
Ambas son iguales pero diferentes lo deja claro en la novela, son iguales en muchos sentidos pero a la vez diferentes por los pensamientos tanto de estudios como de amor.
Francesca es mucho mas dejada en los estudios y nota mucho la presencia de Anna incluso podría estar enamorada de ella por como se comporta, sin embargo Anna quiere ir al instituto y a la universidad y trabajar en algo para cambiar el mundo. Y la gustan los chicos y a ellos les gusta ella, no piensa tanto en Francesca como ella.
-No sé si Francesca te ha hablado, te ha contado...-expulsó aire con fuerza- de su padre.
A Anna se le puso una cara blanca, como diciendo, sí, continúa.
-En todo caso, Enrico se ha enterado de que fuisteis a la fiesta y le ha pegado una paliza a Francesca. Le ha roto la nariz. Parece que es la enésima vez, que es una especie de costumbre para ese cerdo...
Y claro no es la situación de estas chicas tan fácil como parece, tan divas como van en su casa viven verdaderos infiernos gracias a sus padres, a Francesca su padre la pega y no poco, por eso siempre busca apoyo en Anna aunque esta no lo sepa ver. Anna por el contrario tiene un padre que no la pega pero porque no aparece por casa y cuando lo hace, cuidado con estar pintada porque la pone como poco, de puta.
Enrico era el único hombre en el mundo que no tenía un hombre dentro.
Son situaciones difíciles de llevar y aunque no justifican su comportamiento fuera, es su manera de huir y de sentirse queridas y nadie sabe como actúa ante eso hasta que te ves en ese pellejo.
Esta historia me ha tocado el corazón mucho, no es apenas conocida, no es un libro que salga en todos lados y me decepciona eso porque es un libro que habla con total libertad y sin tapujos de una sociedad que es como es y no se puede ocultar, quizá ahora no este tan marcado pero sigue habiendo padres muy estrictos que pegan e insultan a sus hijas y esta novela lo muestra con detalle.
También tenemos la historia de Alesio, el hermano de Anna, que será muy importante también. De hecho es el el que me ha hecho soltar algunas lagrimas.
No tenía ningún espectador, ahora. Excepto el conductor, que de vez en cuando la miraba reflejada en el espejo y se preguntaba qué estaría haciendo, ese cruce de niña y mujer, perdido en un autobús vacío a esas horas de la mañana.
El final es sorprendente y esperado aunque no por mí, no pensaba que Anna actuara así, pero me alegro y me enorgullezco de como han superado unos años difíciles juntas aunque separadas y también de la superación de ambas protagonistas, porque si te pones a calibrar hay mucha diferencia entre las Fracesca y Anna del principio y las del final.
Una historia dura pero que queréis que os diga, ha sido una lectura perfecta que hace reflexionar sobre la realidad y sobre el mundo en el que vivimos. Y los adolescentes que hay en el.
La única pega que le pongo al libro ha sido su narrativa, no me ha gustado la manera en que la autora escribía, me explico, apenas había diálogos había párrafos y párrafos y conversaciones en párrafos pero dialogo, poco poco. Es lo único que la puedo reprochar ya que aún así ha conseguido llevarme de la mano hasta la ultima pagina y dejarme con ganas de más
4/5
[Mer]
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